Al igual que un gran paisaje pintado en Acuarela, en el que los numerosos detalles hablan con voz propia para así darle a la pintura la armonia que necesita , este blog entrelaza pensamientos, imágenes y poemas como uno de los tantos elementos que convergen alborotados para dar forma a una historia; la historia de M. y F.
domingo, 27 de marzo de 2011
Capítulo 2 .- Pincelada : El encuentro entre M. y F.
Lo gris, generalmente se asocia a lo triste a la pesadumbre, así es por convensión social, así también la música llegada de Gran Bretaña lo transmite en sus melancólicas canciones, por tanto así también lo entendía M. quien se llevó una grata sorpresa al ver que al paradero no estaba saturado como pesimistamente venía imáginadose. Por supuesto, había olvidado que ya la gran cantidad de trabajadores y estudiantes se habían marchado hace rato, apretados uno contra otro en los estrechos pasillos de las primeras micros . A las pocas personas que quedaban parecía no afligirles que el transporte se tardara en pasar. Claro, ninguno llevaba tanto atraso como M. , ninguno excepto F. quien acababa de cruzar corriendo la calle , llevaba en sus manos rollos de cartulinas de colores que intentaba acomodar para luego amarrarlas con un elástico. Aquella gélida mañana para ella no era más que la prolongación de la ardua noche que pasó preparando el material que debía presentar al profesor y a sus pequeños oyentes en la que sería su primera clase no oficial. F. era estudiante de párvulos, le gustaban los antiguos retratos de mujeres, las mariposas y pasar su tiempo libre recortando al azar partes de distintas fotos que luego pegaba creando imágenes "monstruitos" como le gustaba llamarlas. Al llegar, llamó de inmediato la atención de M. No era la niña más linda que había visto, sin embargo , había algo en ella que a M. intrigó . Con la llegada de la micro tuvieron que obligatoriamente acercarse, fue ahí que alcanzó a oír, mientras validaba su pasaje, el ronco “Permiso” que no pudo asociar con la delgada, pálida y sobretodo pequeña niña que se le presentaba cargando cartulinas como si fuera al colegio a disertarles a sus compañeros . La siguió y se ubicó a su lado, aún desconocía con que propósito se acercaba a ella, su timidez siempre fue una limitante para establecer relaciones interpersonales y con una completa extraña se reducían todavía más las posibilidades de siquiera mirarla a la cara. Pero esa mañana era distinta, era gris, como olvidarlo, pero también era julio y luego de haber tenido una buena dosis de lunes negro , el blanco nunca podía ser tan malo .
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