
Lo gris,
generalmente se asocia
a lo triste a la pesadumbre,
así es por convensión social, así también la música llegada de Gran Bretaña lo transmite en sus melancólicas canciones, por tanto así también lo entendía
M. quien
se llevó una grata sorpresa al ver que al paradero no estaba saturado como pesimistamente venía imáginadose. Por supuesto,
había olvidado que
ya
la gran cantidad de trabajadores
y estudiantes
se habían marchado
hace rato,
apretados
uno contra otro
en
los
estrechos
pasillos
de
las primeras micros .
A
las pocas personas que quedaban
parecía no afligirles que
el transporte
se tardara en
pasar. Claro, ninguno
llevaba tanto
atraso
como M.
, ninguno
excepto
F.
quien
acababa
de cruzar corriendo
la calle , llevaba en
sus manos
rollos de cartulinas
de
colores
que intentaba
acomodar
para luego amarrarlas con un elástico.
Aquella
gélida mañana
para
ella
no era más que la
prolongación de
la ardua noche que pasó
preparando el material
que
debía
presentar
al
profesor
y a
sus pequeños
oyentes
en la que sería
su primera clase no oficial.
F. era
estudiante de párvulos,
le gustaban los antiguos retratos de mujeres, las mariposas y pasar su tiempo libre recortando al azar partes de distintas fotos que luego pegaba creando imágenes "monstruitos" como le gustaba llamarlas.
Al
llegar,
llamó de inmediato la
atención de M.
No era
la
niña más linda
que
había
visto,
sin embargo ,
había
algo en
ella
que a
M. intrigó .
Con
la
llegada
de
la micro
tuvieron
que obligatoriamente
acercarse,
fue ahí
que
alcanzó a oír,
mientras validaba
su pasaje,
el
ronco “Permiso”
que
no
pudo
asociar
con la delgada, pálida
y
sobretodo
pequeña
niña
que
se le presentaba
cargando
cartulinas
como
si
fuera
al colegio
a
disertarles
a
sus compañeros .
La siguió
y se ubicó
a su lado,
aún desconocía con que propósito
se acercaba a
ella,
su
timidez
siempre
fue
una limitante
para
establecer
relaciones
interpersonales
y con una completa
extraña
se reducían todavía más las posibilidades
de
siquiera mirarla a la cara.
Pero
esa
mañana era distinta,
era gris,
como olvidarlo,
pero
también
era
julio y
luego de haber
tenido una buena dosis de lunes
negro , el
blanco
nunca
podía ser
tan malo .